La bicicleta, un artefacto creado hace más de dos siglos y que en principio fue un simple transporte para el entretenimiento y la diversión, se ha convertido en nuestros días en un instrumento eficaz para contrarrestar los efectos de la contaminación ambiental e incidir en la salud de las comunidades humanas de todo el planeta, porque su uso no solo ejercita el cuerpo, sino además contribuye a mitigar el calentamiento global al sustituir en la mayoría de los casos al automotor.
Aún no reconocido oficialmente por la Organización de las Naciones Unidas, el Día Internacional de la Bicicleta se celebra cada 19 de abril desde 1985, y aunque tuvo su origen en un hecho totalmente ajeno al cuidado del entorno, son los ambientalistas de todas las naciones quienes con entusiasmo han promovido el uso de este ecológico, económico y beneficioso medio de transporte que ya adquirió carta de ciudadanía
en todo el mundo.
Celebrar el Día Mundial de la Bicicleta da pauta a recapacitar en los beneficios de este medio de transporte, pero también prende focos sobre los derechos de los ciclistas, y más recientemente también
sobre su responsabilidad como conductores.
Cientos de millones de personas en todo el mundo han adoptado en su estilo de vida el transporte en bicicleta, por lo que cada año a nivel mundial se producen más de 100 millones de bicicletas, cifra tres veces mayor que la de automóviles fabricados en el mismo lapso.
De acuerdo con la revista Forbes, en nuestro país circulan diariamente más de 20 millones de bicicletas y las ventas y uso de este sencillo vehículo ha crecido 60 por ciento en los últimos años.