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Inicio:

En una colmena bulliciosa y trabajadora, vivía una abeja llamada Haragana. Desde pequeña, Haragana siempre encontraba excusas para no trabajar. Mientras las demás abejas recolectaban polen y construían panales, ella se dedicaba a holgazanear en un rincón del panal, observando a las demás con envidia.

nudo:

Un día, la abeja reina convocó a todas las abejas para asignarles tareas importantes. Haragana intentó esconderse entre la multitud, pero fue descubierta. La reina la miró con severidad y le asignó la tarea de recolectar néctar en un campo lejano. Haragana protestó, diciendo que no se sentía bien y que prefería quedarse en la colmena. Pero la reina fue firme y le dijo que debía cumplir con su deber, igual que todas las demás abejas.

Desenlace:

A regañadientes, Haragana voló hacia el campo. Mientras recogía néctar, comenzó a darse cuenta de lo mucho que contribuían las demás abejas a la colmena y lo poco que ella hacía en comparación. Se sintió avergonzada de su actitud perezosa. Decidió cambiar y empezó a trabajar con diligencia. Cuando regresó a la colmena con su carga de néctar, las demás abejas la miraron con sorpresa y respeto. Haragana se convirtió en una abeja trabajadora y valorada en la colmena, aprendiendo que la pereza no lleva a ningún lado, pero el trabajo duro y la dedicación sí.

Así concluye la historia de "La abeja haragana", donde el personaje principal experimenta un cambio de actitud y aprende una valiosa lección sobre la importancia del trabajo y la responsabilidad.